Javier García
Traficante de letras, cosecha de 1976, tratando desde hace 10 años de incitar al vicio a cuantas personas pueda.
Muchos adictos a las palabras no pueden rehabilitarse por gente de mal vivir como él, que han hecho del incitar al vicio de leer su forma de ganarse la vida.
Jeringas de literatura para inyectarse en el corazón. Pastillas poéticas para tener un buen viaje…
Aunque tú no lo sepas, eres un adicto en busca de tu dosis. Tengo lo que necesitas…